La Alianza de Paisajes Culturales y Sitios Afines Patrimonio Mundial se hace eco esta semana del aniversario de la inscripción de tres de sus miembros en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO: Ibiza, Biodiversidad y Cultura, Monasterios de San Millán de Yuso y de Suso, y el Paisaje Cultural de Sintra en Portugal. Tres enclaves únicos que representan de forma ejemplar la riqueza y diversidad del patrimonio cultural y natural de la Península Ibérica.
Ibiza, declarada Patrimonio Mundial en 1999 como bien mixto, destaca por un modelo de ocupación del territorio que se remonta al asentamiento fenicio de sa Caleta y la posterior consolidación urbana de D’alt Vila. Su declaración incluye también el Parc Natural de ses Salines d’Eivissa i Formentera y sus excepcionales praderas de poseidonia, ejemplo de un paisaje marino de extraordinaria biodiversidad y valor ecológico. La isla combina una herencia arqueológica única — tal como la necrópolis del Puig des Molins— con un entorno natural que ha sabido conservarse a lo largo de los siglos.

Por su parte, los Monasterios de San Millán de Yuso y de Suso, situados en un enclave paisajístico excepcional en la Sierra de la Demanda, forman un conjunto monumental donde confluyen espiritualidad, arte e identidad cultural. Custodian un legado histórico decisivo: el nacimiento de la lengua castellana y la obra del primer poeta conocido en castellano, Gonzalo de Berceo. Su valor patrimonial se expresa no solo en su arquitectura y entorno, sino también en la preservación de un paisaje cultural vivo, en el que tradiciones, festividades y formas de vida mantienen su continuidad desde hace siglos.

El Paisaje Cultural de Sintra, destaca por ser un ejemplo único de paisajismo romántico que conserva la memoria de sucesivas culturas. Sus parques, palacios y monumentos reflejan un marcado carácter multicultural, especialmente visible en el Palacio Nacional, el Castillo de los Moros y el Palacio da Pena, símbolo del Romanticismo portugués. En la sierra se encuentran también espacios emblemáticos como el Parque y Palacio de Monserrate, con sus jardines exóticos, y el Convento de los Capuchos, integrado de forma armoniosa en la naturaleza.

