- Se inauguró el 9 de febrero de 1851 y es el primer ferrocarril madrileño y el segundo de la Península.
- La Fundación de los Ferrocarriles Españoles y el Museo del Ferrocarril de Madrid preparan un programa de actividades conmemorativas para desarrollar a lo largo de este año y hasta febrero de 2022.
Hoy se conmemora el 170º aniversario del viaje inaugural de la línea entre Madrid y Aranjuez. El 9 de febrero de 1851 se ponía en servicio el primer ferrocarril madrileño, que unía a la capital con Getafe, Pinto, Valdemoro, Ciempozuelos, Seseña y Aranjuez, tan sólo tres años después de la apertura al tráfico de la primera línea en suelo peninsular, entre Barcelona y Mataró. El tramo hasta Aranjuez sería el primer eslabón de una línea ferroviaria que en 1858 alcanzaría el puerto mediterráneo de Alicante, siendo así la primera línea radial concluida en España.
Fragmento de la película “El Marqués de Salamanca” de 1948, recreando la inauguración y llegada del tren Madrid-Aranjuez en 1851.
Los motivos que impulsaron a trazar la primera línea que partía desde la capital de España hasta Aranjuez, se deben buscar, en el interés de poner en marcha un proyecto ferroviario desde la capital y que finalizara en un puerto del Mediterráneo y, por otra parte, en el interés de la Monarquía y de los gobiernos de entonces de unir dos residencias reales. Para ello el trazado se tendió en paralelo al Camino Real de Andalucía.
La línea nació de una petición presentada a la Administración del Estado en 1830 por varios ilustres personajes; proponían la construcción de un camino de hierro desde Madrid a Aranjuez que impulsaría el desarrollo de la segunda, uniría la Corte con el Palacio Real de Aranjuez y, en abril o mayo –indicaba la petición– “concentraría a los madrileños que, saliendo de casa a media mañana, comerían en Aranjuez para volver al Prado por la tarde, lo mismo que se hace, hoy día, con Vista Alegre”.
Finalmente, y tras superar diferentes vicisitudes, el 9 de febrero de 1851 se pusieron en servicio los casi 49 kilómetros de la línea ferroviaria que desde entonces une las dos ciudades y significó, asimismo, la apertura de Madrid hacia el sur y el levante peninsular.
La inauguración fue un acontecimiento, con asistencia de la Familia Real, el Gobierno y las Cortes. Para trasladar a los invitados se organizaron varios viajes de ida y vuelta entre el embarcadero de Atocha y la primitiva estación de Aranjuez, situada frente al Palacio Real, como se puede contemplar en la imagen superior. Los invitados pudieron comprobar que en una hora y media se podían recorrer 49 km que distaban las dos residencias reales sin ningún tipo de complicaciones.
Una vez iniciados los servicios ferroviarios, la empresa encargada de los mismos, estableció cuatro clases y se destinó para ello, cuatro tipos de coches de viajeros, desde los más lujosos hasta los más modestos e incómodos como fueron los de cuarta clase.
En la actualidad, el trazado ferroviario entre Madrid y Aranjuez está integrado en la red de Cercanías de Madrid (línea C-3). Por ella circula también desde 1984, en primavera y otoño, el Tren de la Fresa, tren histórico que opera Renfe y gestiona la Fundación de los Ferrocarriles Españoles a través del Museo del Ferrocarril, con la colaboración de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Aranjuez. Un tren que toma su nombre de los que daban salida hacia Madrid a los deliciosos productos de la huerta de Aranjuez a través de la línea que hoy cumple 170 años.
La Fundación de los Ferrocarriles Españoles y el Museo del Ferrocarril de Madrid han programado una serie de acciones que contribuirán a conmemorar este hito de la historia del ferrocarril español con la participación también de los ayuntamientos de los municipios por los que pasa la línea. El programa de actividades comprenderá talleres educativos, exposiciones sobre el ferrocarril, acciones divulgativas e incluso (si el contexto de la pandemia no lo impide) la recreación en tren de ese primer viaje de Madrid-Aranjuez.