El Palmeral de Elche cierra el ciclo de conferencias Paisajes culturales. Del reconocimiento a la gestión organizado por el Consell de Mallorca con motivo del décimo aniversario de la Serra de Tramuntana

El Palmeral de Elche cierra el ciclo de conferencias Paisajes culturales. Del reconocimiento a la gestión organizado por el Consell de Mallorca con motivo del décimo aniversario de la Serra de Tramuntana

Al ciclo de conferencias también han participado las Salinas de Añana del País Vasco, la Ribeira Sacra de Galicia y Las Médulas de León, todos paisajes culturales como la Serra de Tramuntana.

El ciclo de conferencias «Paisajes culturales. Del reconocimiento a la gestión» es una de las actividades organizadas por el Consorcio Serra de Tramuntana Patrimonio Mundial dentro del marco de la celebración del décimo aniversario de la declaración de la Serra de Tramuntana como Patrimonio Mundial por la UNESCO en la categoría de paisaje cultural.

Con el objetivo de intercambiar experiencias y crear un espacio de reflexión sobre las diferentes etapas y circunstancias en relación con la gestión y el mantenimiento de un paisaje cultural, han contado con la participación de la vicepresidenta del Consorcio Serra de Tramuntana Patrimonio Mundial y consejera de Territorio del Consell de Mallorca, Maria Antònia Garcías, y el director insular de Territorio y Paisaje del Consell de Mallorca, Miquel Vadell, además de los ponentes y participantes en el espacio de coloquio.

Salinas de Añana

La ponencia del director de Cultura y Comunicación de las Salinas de Añana, Alberto Plata, trató sobre como reconstruir un paisaje cultural. Situado a 30 kilómetros de Vitoria-Gasteiz, el Valle Salado de las Salinas de Añana representa un ejemplo de éxito. A finales del siglo XX se produjo el abandono total de la actividad económica de la sal, debido a la bajada de la rentabilidad y, después de un proceso de concienciación para preservar el patrimonio material e inmaterial, en 1999 se empezaron a reconstruir los sistemas de producción, de su biodiversidad y, sobre todo, de la industria de la sal que vertebra toda la comunidad. Sus yacimientos arqueológicos se remontan a 7.000 años a. de C. y está formado por 5.000 eras, 767 terrazas, 2.040 muros, 848 pozos y 248 almacenes de sal.

El coloquio posterior, que contó con la participación del presidente de Tramuntana XXI, Joe Holles, y el director insular de Territorio, Miquel Vadell, versó alrededor de la parte culinaria con que se ha centrado el paisaje cultural. Holles se mostró «impresionado por el enfoque comercial que han tenido, un ejemplo de éxito muy motivador hacia la futura marca Serra de Tramuntana». Vadell añadió, como muestra del gran éxito de las Salinas de Añana y «asignatura pendiente de nuestra marca, el convencer el público de la gran calidad del producto por el solo hecho que genera el paisaje cultural».

Ribeira Sacra

La directora general de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia, Carmen Martínez Insua, hizo una ponencia sobre la identificación de un paisaje cultural, el de Ribeira Sacra. En esta comarca, situada entre las provincias de Ourense y Lugo, se practica la viticultura de montaña o viticultura heroica, una actividad prácticamente de riesgo: los viticultores, a pie, cargan hasta 20 kilos de uva por sus pendientes. Un esfuerzo realmente heroico y milenario, y que con el reconocimiento de Denominación de Origen Ribeira Sacra desde 1997 ha seguido con la tradición de generaciones para llevar su vino tan preciado a la mesa. La Riberia Sacra era candidata a ser declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO este 2021.

El director insular, Vadell, y el profesor titular de Geografía de la Universitat de les Illes Balears, Miquel Grimalt, participaron en el coloquio posterior a esta charla. Grimalt reflexionó sobre «los valores mágicos y atávicos, que los gallegos visitan mucho, y que no sabemos si interesa a más turismo o no». Respecto a esto, Martínez Insua consideró que «no hay mucho turismo, pero sí que interesa la distribución del producto, el vino, por otros canales, quizás el turista está más interesado en los elementos artísticos». Sobre esto, los tres reflexionaron sobre la necesidad de gestionar las visitas a los paisajes culturales para controlar los aforos y cuidar el entorno.

Las Médulas

El director general de Patrimonio Histórico de la Junta de Castilla y León, Gumersindo Bueno ha explicado los retos de gestión de Las Médulas, un paraje único que es el resultado de la extracción hace 2.000 años de oro por parte del imperio romano mediante complejos sistemas de explotación.

Las Médulas está situada en la región del Bierzo (Castilla y León) y fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Mundial hace más de veinte años. Los vestigios de las extracciones, unidos a las características geológicas rojizas del terreno y al paso del tiempo, han conformado un paraje que anualmente visitan miles de personas. Gestionar adecuadamente este recurso patrimonial ha supuesto un reto al cual se han enfrentado las instituciones desde 1997, el año de la declaración.

La conversación posterior fue a cargo de Miquel Vadell, director insular de Territorio y de Jaume Mateu, director general de Transporte y Movilidad del GOIB. Los dos, con Maria Lluïsa Dubón, ex consejera de Territorio, formaron parte del equipo que consiguió la declaración de la UNESCO hace 10 años. Mateu cree que «la Serra no será nunca la misma desde la declaración, tal como las Médulas, y esto es para bien: aprendemos que proteger y conservar un bien no tiene que significar impedir su desarrollo económico».

El Palmeral de Elche

En la última conferencia del ciclo, titulada «Gestionando un paisaje cultural», Gregorio Alemany, responsable del Patrimonio UNESCO del Palmeral de Elche, destacó en su intervención que la Serra de Tramuntana y el Palmeral de Elche se enfrentan a unas «problemáticas similares por la situación del campesinado y de las explotaciones agrícolas, en general».

El Palmeral es una gran extensión de palmeras dentro de la ciudad de Elche. Tiene entre 200.000 y 300.000 ejemplares, convirtiéndolo en el palmeral más grande de Europa, que ocupa unas 500 hectáreas y uno de los más grandes del mundo, solo superado por algunos palmerales árabes. Es un ejemplo de la transferencia e implantación de la cultura agrícola arábiga en Europa. El Palmeral es un oasis generado por la mano humana declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO desde el 2000. Un paisaje que se enfrenta al reto de mantenerse en pleno centro de una ciudad.

El coloquio posterior fue a cargo de la vicepresidenta y consejera Garcías, el director insular Vadell y el presidente de la Cooperativa San Bartomeu de Sóller, Miquel Gual, quien ha destacado que «la gestión de la declaración es acertada y el Consorcio ha entendido que la Serra de Tramuntana es un patrimonio mundial de los campesinos que ya sabían que tenían un tesoro y lo cuidaban». La vicepresidenta ha agradecido la implicación de los agentes sociales de la Serra: «siempre están, porque son los primeros interesados en el patrimonio mundial».