Nadie entendería hoy el Festival Internacional de Música y Danza de Granada sin la Alhambra. Ambos están ligados y van de la mano desde el mismo inicio del festival, creando así una imagen de unidad en el imaginario colectivo como un ente indivisible. La Alhambra y el Festival son ya inseparables.
El monumento nazarí está presente, de hecho, en el propio origen del Festival de Granada. Fueron los conciertos sinfónicos que se celebraban desde 1883 en el Palacio de Carlos V durante las fiestas de Corpus Christi el germen de las actuaciones que han llegado hasta nuestros días. Aunque no fue hasta 1952 cuando se creó como el Festival de Granada (con la implicación institucional del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Información y Turismo de España) y al año siguiente, en 1953, pasó a denominarse Festival Internacional de Música y Danza de Granada, nombre que mantiene hasta la actualidad.
A las puertas de comenzar la 69 edición del Festival, que se celebrará del 25 de junio al 26 de julio, es el momento de recordar la singular relación entre la ciudad palatina y el festival más conocido y aclamado del ámbito cultural granadino. Tal es la historia común que uno de los enclaves más simbólicos del monumento nazarí fue creado expresamente para albergar las representaciones de ballet del Festival Internacional de Música y Danza. Hablamos del Teatro del Generalife, inaugurado en 1954, obra del arquitecto conservador de la Alhambra Francisco Prieto Moreno. Para su concepción, se extendieron los jardines del Generalife hacia el sur y se construyó en su extremo un amplio teatro al aire libre, inspirado en la disposición del clásico riad nazarí. El teatro sigue arquitectónicamente la línea de las huertas del Generalife, y las distintas paratas y arriates sirven de soporte al acompañamiento vegetal, de gran importancia en este espacio. Las pantallas naturales de cipreses como fondo de escenario son una de las señas características de este teatro, único en la escenografía contemporánea.
Una edición especial
La 69 edición del Festival Internacional de Música y Danza de Granada ha tenido que enfrentarse a las consecuencias de la pandemia del coronavirus, aunque finalmente se celebrará con algunas modificaciones en su programación y adaptando todos los espacios y aforos a las medidas de seguridad e higiene obligatorias.
Este año el eje vertebrador del Festival serán los 250 años del nacimiento de Beethoven, que es el compositor más interpretado en la historia de esta cita cultural. Esta edición arrancará con un concierto solidario en la Catedral de Granada el día 25 de junio, en el que se interpretará el Réquiem de Mozart a cargo de la Orquesta y Coro Ciudad de Granada. Como medida también simbólica, se entregará este año la Medalla del Festival a la sanidad española en su conjunto ?como reconocimiento a su encomiable labor en primera línea en esta crisis sanitaria?.
En total serán 70 espectáculos los programados, en los que participarán 77 artistas, en su mayoría nacionales, cuatro orquestas sinfónicas y un coro, además de tres compañías de ballet. Respecto a los autores interpretados, un total de 40 obras serán de Beethoven, aunque también tendrán una importante presencia compositores como Liszt, Mozart, Bach o Schumann. El Festival rendirá homenaje a la música española con la representación de 35 obras de algunos de los compositores más relevantes de finales del siglo XIX y una parte del XX, cuyas obras han tenido como fuente de inspiración la ciudad de Granada y en particular la Alhambra.
En el caso del Teatro del Generalife, este año su escenario acogerá las actuaciones de la Compañía de Antonio Najarro (11 de julio); Les Ballets de Monte-Carlo I (18 de julio); Malandain Ballet Biarritz (22 de julio) o el cantaor Miguel Poveda (24 de julio).
El 16 de junio a las 10:00 horas se pondrán a la venta las localidades del festival por los canales habituales. Puedes consultar la programación completa del Festival Internacional de Música y Danza en este enlace.