La Dobla nazarí era la antigua moneda de oro hispanomusulmana, heredera de la moneda almohade que se acuñó en al-Andalus en el siglo XII. Hoy en día, también da nombre al itinerario cultural que une la colina roja y la colina blanca del Albaicín, y nos propone un viaje apasionante a través de la Alhambra (la entrada incluye también la visita a la Alcazaba, Palacios Nazaríes y Generalife) y seis monumentos andalusíes que conservan los alientos del pasado nazarí.
La Dobla de Oro ofrece dos modalidades de entradas, general y nocturna, y permite a los visitantes ir un día al Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife y, el día anterior, el mismo día o el día posterior, al resto de enclaves, entre los que figuran el Corral del Carbón, el Bañuelo, la Casa Morisca de la calle Horno de Oro, el Palacio de Dar al-Horra, la Casa del Chapiz y la Casa de Zafra. Los conocemos.
El itinerario podemos comenzarlo en la ciudad baja para visitar el Corral del Carbón, que fue una alhóndiga, un lugar en el que se almacenaba y comerciaba con el grano, fundado por Muhammad V, y que hacía las veces de punto de reunión entre mercaderes y comerciantes llegados de tierras remotas. Tras la reconquista, tuvo los más diversos usos: hospedería, almacén de carboneros y hasta corral de comedias. En el Corral del Carbón destacan el arco de herradura por el que se entra al zaguán cubierto por una bóveda de mocárabes o el pilón que hay en el centro del patio, entre otras cosas.
Muy cerca de allí se halla el baño del Nogal o Hammam al-Yawza, más conocido como el Bañuelo por ser de menor tamaño que los majestuosos baños de la Alhambra. El inmueble tiene tres salas, precedidas por una casa con un pequeño patio: las salas fría, templada y caliente, que fueron construidas con elementos reutilizados de épocas romana, visigoda y califal.
Otra joya de la Dobla de Oro es el Palacio de Dar al-Horra o “Casa de la honesta”, que fue la última residencia de la sultana Aixa, madre de Boabdil, el último dignatario del reino nazarí. El de Dar Al-Horra es el mejor ejemplo de la arquitectura palatina fuera de la Alhambra. El edificio consta de un patio central con una alberca en torno al cual se distribuyen las estancias y dos pórticos en los lados menores.
Con vistas a la Alhambra y al Albaicín, se encuentra la Casa del Chapiz, un conjunto de dos viviendas de época morisca que pertenecieron a dos familiares: Lorenzo el Chápiz y Hernán López el Ferí, granadinos convertidos al cristianismo, de ahí que frecuentemente se les ha citado como las Casas del Chapiz. En la actualidad es sede de la Escuela de Estudios Árabes, dependiente del Consejo Superior de Investigación Científicas.
La Casa morisca de la calle Horno de Oro forma parte también de este itinerario cultural. Fue construida a finales del siglo XV y ampliada tras la conquista castellana. La casa se estructura en torno a un patio rectangular con una alberca en el centro. Algunas de las dependencias que quedan a ambos lados están cubiertas por hermosas armaduras mudéjares. En el patio se conserva la arquería nazarí que sostiene la galería porticada de la planta alta.
También en el corazón del barrio del Albaicín, entre callejuelas y próxima al Maristán y al Convento de la Concepción, se levanta la Casa de Zafra. Construida a finales del siglo XIV, los Reyes Católicos lo cedieron a su secretario Hernando de Zafra y, tras su muerte, pasó a formar parte de la fundación del convento de Santa Catalina de Zafra, quien lo conservó entre 1527 y 1946. Desde entonces su titularidad es pública. De este palacio destacan los elementos decorativos, en especial las yeserías, las carpinterías y los restos de pintura mural. La casa acoge hoy el Centro de Interpretación del Albaicín.
El visitante también puede adquirir la entrada para conocer únicamente los monumentos andalusíes incluidos en la Dobla de Oro (con una misma entrada y a precio único).